Relleno:

1. Calentá el jugo de naranja, la ralladura de naranja y el azúcar en una olla pequeña a fuego medio hasta que hierva a fuego lento y el azúcar se haya disuelto.
2. Una vez que el azúcar se disuelva, retirá del fuego y espolvoreá lentamente la gelatina en polvo sin sabor en el jugo mientras batís vigorosa y continuamente.
3. Vertí la gelatina en un pyrex de vidrio para hornear pero sin engrasar. Enfriá durante una hora hasta que cuaje y esté firme al tacto.

Galletas:

1. Precalentá el horno a 177°C y engrasá un molde para panqueques con mantequilla.
2. Batí los huevos y el azúcar en un tazón grande durante seis minutos, hasta que estén pálidos, esponjosos y con forma de cinta.
3. Tamizá la harina y el polvo para hornear en el tazón e incorporalos a la mezcla de huevo.
4. Vertí dos cucharadas de la mezcla en cada molde para panqueques, al menos hasta las tres cuartas partes de su capacidad, y alisá la parte superior.
5. Horneá durante 7-9 minutos o hasta que hayan subido bien y la parte superior de los bizcochos salte hacia atrás cuando se presionan ligeramente.
6. Retirá del horno, dejá enfriar en el molde durante unos minutos y luego retirar sobre una rejilla para que se enfríe por completo. Repetí con la masa restante.
7. Retirá la gelatina del refrigerador y usá un cortador de galletas para cortar al menos 12 discos de gelatina. Usá una cuchara para levantar con cuidado los discos de gelatina del fondo de la fuente para hornear. Colocá un disco en cada galleta.

Cobertura Chocolate:

1. Derretí las chispas de chocolate colocándolas en un tazón pequeño y calentándolas en el microondas en potencia media durante intervalos de 30 segundos.
2. Revolvé bien después de cada intervalo; los últimos trozos de chocolate deben derretirse mientras se revuelve.
3. Verté aproximadamente una cucharada de chocolate en cada pastelito, usando el dorso de una cuchara para empujar el chocolate hasta el borde del pastelito, sellando la gelatina de naranja en el interior.
4. Volvé a colocar los pasteles sobre una rejilla para que el chocolate se endurezca. Cuando el chocolate esté casi listo, usá los dientes de un tenedor para frotar suavemente un patrón lindo en la parte superior o bien dejá liso. ¡Y a disfrutar!