En el año 2018, el 59.9% de los hombres y el 63.3% de las mujeres costarricenses sufría de obesidad, una enfermedad que se caracteriza principalmente por mala alimentación, de la mano con estilos de vida poco saludables. Para ese mismo año, el 46.1% de la población en general, realizaba menos de 30 minutos de actividad física diaria, factor indispensable para llevar una vida sana. A esto, podemos sumarle la creciente industrialización, la cual pone a nuestra disposición alimentos altamente procesados, con contenidos de azúcar y sodio elevados, a precios accesibles y de agradable sabor; provocando que prefiramos su consumo en lugar de alimentos con un valor nutricional más elevado.
El 16 de octubre se celebra el Día Mundial de la Alimentación y el objetivo de este año es promover la alimentación saludable y asequible, desde la base de nuestras raíces, es decir, promoviendo la alimentación desde sus principios más básicos, accesibles para toda la población y con un valor nutricional importante. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda el consumo diario de leguminosas, huevos, lácteos, cereales integrales, grasas saludables y proteínas de origen animal, para así favorecer nuestra salud, procurar un estado óptimo de nutrición, bienestar y seguridad alimentaria.
El huevo es la proteína de mayor valor biológico, es decir, la que nuestro cuerpo asimila mejor a nivel digestivo, y la que nos aporta mayor cantidad de aminoácidos esenciales. Además de ser un alimento que se puede conseguir a nivel mundial, es un alimento esencial para garantizar un adecuado estado de salud gracias a sus múltiples beneficios, a un bajo costo por unidad.
Por otra parte, en tan solo 1 unidad, el huevo nos aporta solo 70 calorías, las cuales provienen principalmente de proteínas y grasas saludables; nos brinda vitaminas y minerales esenciales en todas las etapas de la vida, desde la infancia hasta que nos convertimos en adultos mayores, y se puede consumir de diversas maneras gracias a su versatilidad. Debido a esto, la Organización Mundial de la Salud (OMS), recomienda el consumo mínimo de 2 huevos diarios, con el fin de promover el consumo de proteínas de valor biológico y fuentes de nutrientes esenciales. No obstante, existe evidencia que demuestra que el consumo de hasta 10 huevos diarios puede traer grandes beneficios para la salud.
El huevo es la proteína más asequible a nivel mundial y su consumo de la mano de otros alimentos de alto valor nutritivo como frutas, leguminosas, leche y demás, nos ayudan a mejorar indicadores de salud de la población como la obesidad y las enfermedades crónicas. Debemos de propiciar el consumo de estos alimentos, dejando de lado los ultra procesados y sintéticos, ya que estos están generando problemas irreversibles en la salud y en la seguridad alimentaria a nivel mundial.